Para validar el bachillerato en forma óptima con los mejores resultados posibles es necesario en primer lugar la decisión personal de querer alcanzar tales resultados por parte de los que se interesen: padres y representantes con hijos menores de edad, jóvenes en edad escolar que ya tienen la mayoría de edad, y aquellas personas que si bien es cierto ya pasaron la edad de estudiar en colegios, pero no han perdido sus ganas de estudiar y aprender. Todos estos protagonistas mencionados anteriormente, tienen un norte común, o deberían tenerlo, completar sus estudios para, si gustan, tener todas las herramientas adquiridas para ser profesionales.
Según las autoridades educativas de Colombia, existen directrices para validar el bachillerato, resumidas las mismas, a través de un registro en la plataforma del Instituto Colombiano para la Evaluación de la Educación en el país, antiguo Instituto Colombiano para el Fomento de la Educación Superior (ICFES), entidad autónoma vinculada al Ministerio de Educación Nacional de Colombia, y a las pruebas SABER 11 como la herramienta que contribuye a mejorar la calidad educativa colombiana. Sin embargo, aquellos estudiantes que quieran continuar sus estudios hasta lograr llegar a las universidades, necesariamente deben prepararse individualmente para llegar a titularse como bachiller, y para ello deben tener una buena base académica, y ello lo podrían lograr optando por inscribirse en las instituciones educativas de su preferencia que ofrezcan esa herramienta didáctica.
Dichas instituciones validan el bachillerato de varias formas, la primera de ellas por ciclos, culminando dos grados escolares en un solo año; la segunda opción es hacer un bachillerato acelerado en seis meses o en todo caso en un año dependiendo del último año cursado, pudiendo estudiarse estas tres modalidades presencialmente, o en forma semipresencial y virtual, dependiendo lo que esta pandemia sanitaria permita, y como le favorezca al interesado.
Hay muchos estudiantes que se inclinan por esa validación porque con ellas se les ofrece la oportunidad de minimizar el tiempo de estudios, y tener la autonomía necesaria para certificarse y titularse como bachiller de la Republica tan igual como los titulados en institutos educativos tradicionales, pero muy importante para ellos, que pueden lograr, llevar adelante y cumplir paralelamente otras actividades laborales y personales, gracias a que el horario exigido es completamente administrado por ellos mismos, en comparación a la carga horaria de otras instituciones de educación.
En el caso de estudiar el bachillerato por ciclos, y dependiendo de la edad del estudiante y último año cursado, situación que no acepta variación alguna, se genera un entorno semejante al de los colegios regulares, en vista que lo que se quiere es obtener las bases necesarias para conseguir la mejor formación en forma humana, profesional y académica, pero todo enmarcado dentro de las normativas legales y educativas colombianas.
Estos estudios mencionados con anterioridad, en cualquiera de sus modalidades deben ser expresados y puestos en práctica convenientemente y a la vez flexibles, de manera se den como la oportunidad para favorecer la capacidad de dinamizar y motivar al estudiante con las materias del pensum académico, así como las prácticas comunicativas alrededor de la gente con quienes interactúan, empezando con sus familiares.
Finalmente, es necesario prive la calidad del profesorado, de los guías y de los tutores porque de ellos dependerá el futuro de sus educandos, y el punto de partida de los programas del bachillerato por ciclos, en primer lugar, y del propio empeño y dedicación que le impriman los alumnos y el sentido que esllos le den a sus vidas, en segundo lugar.