Titularse de bachiller fácilmente debería ser una de las prioritarias metas de todo alumno. ¿Por qué? Porque es garantía de su futuro desenvolvimiento profesional, por cierto, por constituirse además como el necesario requerimiento en las intenciones de seguir estudiando a nivel universitario.
Una vez se es bachiller, tendría también un escalón más en la obtención de una vacante laboral, con lo que seguro obtendrían un sueldo fijo muy útil para su manutención personal y el de su grupo familiar. Lo más seguro es también puedan aspirar a concursar por la obtención de becas auspiciadas por la educación nacional y/o privada, así como en la parte nacional o transnacional. Concluyentemente, el ser bachiller de la República es recorrer la mitad del camino del sendero de la vida personal de cada una de las personas interesadas en estudiar.
Leídos los párrafos anteriores, es oportuno recordar que, con la validación del bachillerato, se pueden también titularse como bachiller.
Validar el bachillerato es muy provechoso en aquellas personas mayores de edad que conllevan la carga de su día a día, con su actividad laboral. Esto es que mientras logran cumplir su horario de trabajo, también podrán completar sus estudios, que, en algún momento de su vida, tuvieron que aguantarlos o suspenderlos, para ganarse un dinero valiosísimo para él y su familia. Igual oportunidad es brindada a los jóvenes que aún no son mayores de edad, y a los que sí lo son, pero por alguna causa no pueden cursar sus estudios en institutos educativos públicos o privados tradicionales en la geografía colombiana. Lo importante es que se logre titular de bachiller en todas las vías legales inherentes al caso.
Ha habido casos de detección de títulos de bachiller “falsos” por parte de las empresas que cumplen con el proceso respectivo de ocupación de puestos vacantes. Estadísticamente se podría llegar a un 4% de los casos detectados e informados debidamente. Dichos números equivalen también a la estafa o mala práctica e intención de algunas instituciones que dicen ser legales para validar el bachillerato, engañando a esos estudiantes y demás personas que, con su sacrificio, quieren superarse educacionalmente.
Pero si es el caso contrario, que esos mismos cursantes o aspirantes a ser bachiller ¿saben que su título es falso? Su educación de hogar, de familia e inicial, quedará en el piso.
Validar el bachillerato es una alternativa educativa muy provechosa y actual, que cada día gana más adeptos, en especial en este año que está a punto de culminar por las medidas sanitarias adoptadas por las autoridades de la educación de Colombia. En este sentido se han incrementado las consultas y clases en forma virtual. De ahí por qué hay que esforzarse en aprender a manejar esta tecnología.
Pero es que, con la validación de bachillerato, también se pueden obtener otras partes de educación, entre ellos los refuerzos escolares, las clases personalizadas, las clases dirigidas homework-homeschool, y también las preparaciones educacionales con exámenes tipo ICFES, para que, llegado el momento a solicitar ingreso a las universidades, ya se sepan defender en ese tipo de pruebas.
Ser bachiller bajo la modalidad de validación de bachillerato es muy fácil y ventajoso, pues se logra en seis meses o un año, y también por ciclos dependiendo de la edad del futuro alumno o del último año de estudios cursado. Se puede hacer en forma presencial y no presencial. Aunado a todo ello, se hace desde la comodidad del hogar y la supervisión de los padres o representantes, una vez ellos culminen sus labores.
De esta manera definitivamente, se puede titular de bachiller muy fácilmente. –