Debido a la situación de pandemia sanitaria declarada a nivel internacional, y en especial en nuestro país, se ha notado el incremento muy progresivamente en búsqueda de una mejor alternativa educativa por parte de las familias colombianas, de manera que los estudiantes de las casas, no pierdan el período escolar en primer lugar, y para que su intelecto se mantenga activado y actualizado la mayoría del año como segunda parte.
En esa búsqueda sin duda alguna se recurre a una educación personalizada, cuyo enfoque educativo va directamente dirigido al nivel académico, a las fortalezas e intereses, y a las necesidades personales que tengan los alumnos y aquellas personas que a pesar de un sinfín de ocupaciones que requieran de sus atenciones, quieran titularse de bachiller. En este caso, a cada uno de ellos se les impartirá un plan de estudios especifico en base a lo que sepa, a lo que domine. Ello le permitirá formarse su propio juicio en todos los escenarios de su vida, y la final tome sus decisiones personales libre y conscientemente.
Sin embargo, es oportuno subrayar, que en toda materia se puede enseñar y aprender en diversos escalafones y metodologías educativas, precisamente porque en cada enseñanza se pueden distinguir también diversos “peldaños de influencia”. Enseñar implica un aprendizaje continuo que va desde los mínimos conocimientos, hasta ostentar o saber o tener buen conocimiento de una determinada catedra, sería como una competencia de quien enseña o aprende mejor, y ello es válido y perfectamente aplicable para los estudiantes y sus profesores, iniciando en los primeros. Cualquier sistema de enseñanza y aprendizaje basado en competencias debería tener una escala de resultados, de manera de saber el nivel de dominio de los competidores. En el caso de grupos de trabajos, por ejemplo, se podría mencionar como escalón uno, la colaboración espontanea; el desarrollo de sus responsabilidades sería el segundo escalón, y para finalizar con un tercer escalón, sería la dirección de dichos grupos de trabajo. El todo es que se logre consolidar una mejor metodología educativa que permita el incremento del intelecto estudiantil, y ratificación del nivel de conocimientos del profesorado.
Generalizando, al termino de metodología educativa, muchas bibliografías la explican como el modo de educar, atribuyéndo a esta explicación a todo aquello que logre darle una respuesta al que se está educando o a ese estudiante que quiere aprender, que quiere ser alguien en su vida, que desea tener el mejor futuro para él, para su familia y su futuro grupo familiar; ser un profesional perfectamente capacitado y adiestrado en la especialidad o profesión que escoja. Diversos autores definen esa forma de educar, como toda intención que tenga el docente o el facilitador para responder y sustentar toda duda de quien se está educando, para satisfacer sus inquietudes. Es decir, agrupar el querer aprender de ese alumno, con el querer educar de los docentes.
Aquí en Bogotá como nuestra ciudad capital, hay instituciones que tienen como norte o que venden como su visión o su misión, una metodología muy amplia explicada con palabras o términos similares, pero que mantienen la esencia educativa y son muy atractivas para los interesados, tales como: metodología de la enseñanza, estrategias integrales educativas, enseñanza integral o técnicas activas de enseñanza, entre otras, que a la larga tienen como fin común, educar. Es oportuno mencionar entre tales instituciones, las que ofrecen en esas metodologías personalizadas, la validación del bachillerato.
Ese el objetivo que hay que conseguir, y ese el motivo por el que los jóvenes de hoy en día se esmeran en hacerle entender a sus padres a la hora de aprender. Algunos estudiantes han dado muestras de tener un concepto negativo de algunas instituciones en cuanto a ambientes de enseñanza se refiere, ya que, según ellos, no se les permite dar razonamientos críticos, con los que quieren explicar una enseñanza más activa en su evolución de formación, e inclusive otros se han atrevido a opinar que las instituciones no les atraen por la forma o estilo de enseñanza. Para ellos es más efectivo la utilidad que le puedan proporcionar a sus proyectos de vida, que cualquier otro beneficio que puedan brindarle como institución educativa. –