Es muy común escuchar en muchas personas: “los niños y adolescentes no les gusta leer”. Pero ¿por qué se tendrán estas opiniones? ¿Será cierto que no les gusta leer? La respuesta a estas y otras interrogantes referidas a este tema, sin duda alguna debe ser motivo de preocupación en los Padres y Representantes, y también en el Profesorado.
Estos últimos tienden a asociar esta falla que observan en los chicos de esas edades, a la falta de hábito y enseñanza familiar. ¿Y los Padres y Representantes, a que lo referirán? Ciertamente el hábito educativo se inicia y se desarrolla en el hogar, pero se fortalece en los colegios, por lo que se infiere que ambos actores y escenarios, son los responsables de estimular ese apego a la lectura, aún a pesar del querer pasar más tiempo con sus juegos tecnológicos infantiles, y al entrar en la adolescencia, su afición al mundo de las redes sociales, por parte de esos chicos y chicas. Ello sin duda alguna, es una dedicación extra que hay que hacer en pro de la habituación a leer, para así convencerlos que son más los beneficios a tener internalizando y aprendiendo de las lecturas que hagan, que lo que puedan lograr accesando a las redes sociales.
A los niños y adolescentes hay que explicarles los beneficios que otorga el leer más a menudo, y también las desviaciones que causa el gusto de las redes sociales, es decir, sus ventajas y desventajas. En cuanto al tema principal del presente artículo, como es el enriquecimiento del intelecto infantil y adolescente leyendo más, les permitirá ir creciendo y desarrollando su expresión oral y escrita con una mejor ortografía, y cuando ya entren en edad adolescente y mayoría de edad, sepan defenderse con las mejores actitudes y aptitudes intelectuales que les permitan y ayuden en sus opiniones, en sus pensamientos para emitir juicios, argumentos, valoraciones y la mejor forma de desempeñarse en el día a día familiar y educacional. Si se logra que el chico (a) aprenda esto último, se tendrá la mitad del camino recorrido. Pero si se deja o se les baja la guardia permitiéndoles el uso excesivo de la red social, o no controlarles un horario mínimo adecuado, seguramente se tendrá que invertir más tiempo en la educación de los hijos, ya que no se observará en cierta forma, que esos niños y adolescentes dejen de interactuar con esa tecnología, e impedir que les hagan bullyng tecnológico, vean obscenas publicaciones, sean perjudicados por virus dañinos, y demás escenarios errados que puedan ver.
Es necesario que nuestros chicos se estimulen en conocimientos a diario. Sean afines a la estabilidad familiar, comprendan que es mejor adquirir conocimientos que les van a perdurar y ayudar en toda su vida, y enseñarlos a sembrar su futuro académico y personal con la lectura, que ella les activará regiones del cerebro que seguro le traerán más beneficios corporales e intelectuales, y que a la larga les dará más y mejores experiencias personales.
Ese enriquecimiento del intelecto también se lo ayudamos a reforzar con las clases virtuales, dándoles refuerzos escolares tan necesarios en esta época de cuido sanitario debido a la pandemia por el covid19, teniéndonos que cuidar para evitar malos contagios.
Esa alternativa de estudiar virtualmente es algo muy grande y ventajoso, y las instituciones que la ofrecen, que la ejecutan, y que la llevan diariamente a los hogares que se nutren de ellas, permiten aumentar y ayudar también a que ese niño y adolescente que se han descrito en estas líneas, pues, crezcan en conocimientos y vivencias académicas, a través de los libros.
Ese es el mejor camino para ellos, para sus Padres y Representantes sin duda alguna. –